top of page

Dos monjes y una mujer



Dos monjes zen iban cruzando un río. Se encontraron con una mujer muy joven y hermosa que también quería cruzar, pero tenía miedo. Así que un monje la subió sobre sus hombros y la llevó hasta la otra orilla.

El otro monje estaba furioso. No dijo nada pero hervía por dentro. Eso estaba prohibido. Un monje budista no debía tocar una mujer y este monje no sólo la había tocado, sino que la había llevado sobre los hombros.

Recorrieron varias leguas. Cuando llegaron al monasterio, mientras entraban, el monje que estaba enojado se volvió hacia el otro y le dijo:

-Tendré que decírselo al maestro. Tendré que informar acerca de esto. Está prohibido.

-¿De qué estás hablando? ¿Qué está prohibido? -le dijo el otro.

-¿Te has olvidado? Llevaste a esta hermosa mujer sobre tus hombros -dijo el que estaba enojado.

El otro monje se rió y luego dijo: -Sí, yo la llevé. Pero la dejé en el río, muchas leguas atrás. Tú todavía la estás cargando...


Y tú… ¿qué cargas?

A veces cargamos con el pasado, la culpa, el resentimiento. Cargamos con tantas cosas, las hacemos tan grandes y pesadas, que caminamos encorvados, dejando de lado todo lo positivo que hay a nuestro alrededor.

Libérate de las cadenas que te mantienen atrapado. Vive Libre, Vive Feliz.

Te invitamos a nuestro taller Desapego



Comments


Trabajamos con ejecutivos de:

​© 2023 por Carina Castillo.

Creado con Wix.com

  • Blanco Icono LinkedIn
  • w-facebook
  • Twitter Clean
bottom of page