3 pasos para un pensamiento positivo
- Consultoria Comercial y H
- 12 dic 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 2 feb 2019
“El hábito es la intersección de los conocimientos (qué hacer), habilidad (cómo hacer), y el deseo (querer hacer).” - Stephen R. Covey

A medida que vamos creciendo, enriquecemos nuestros conocimientos y los vamos depurando y diferenciando entre aquellos que más nos gusta hacer y lo que no nos agradan hacer; esto es, lo que va de acuerdo a nuestra vocación. Si nos mantenemos en el camino de lo que nos gusta aprender y hacer, lograremos desempeñarnos mejor cada día, lo que conocemos como: "la practica hace al maestro", nos sentiremos más a gusto con nosotros mismos y podremos servir mejor a los demás.
Si la mejora no llega a ocurrir, y pasamos de largo muchas de nuestras facultades sin desarrollar nuestras habilidades, nos quedaremos inmersos en nuestros temores y bloqueos, con nuestra apatía o pereza y nos sentiremos derrotados de antemano.
Como primer paso para desarrollar al máximo nuestras facultades está el conocimiento justo y objetivo de nosotros mismos.
Debemos analizarnos en todos los aspectos que he mencionado anteriormente: físico, afectivo, social, estético, económico, intelectual, moral y espiritual. Y ponernos metas a corto y a largo plazo, una o dos que sean realistas para cada uno de los aspectos.
¿Cómo se logra esto?
Dedicando unos minutos a pensar serenamente en aquellas cualidades que sabemos que poseemos y que deseamos mejorar. Hay que aprender a ver también los aspectos negativos de nuestra personalidad y las cualidades que poseemos. Muchas veces tendemos a devaluarnos pero no emprendemos acciones que para mejorar.
Todos al nacer tenemos las bases para aprender y desarrollar un sin número de habilidades.
Primer paso: está el conocimiento justo y objetivo de nosotros mismos.
Segundo paso: debemos analizarnos en todos los aspectos de superación que vimos, ponernos metas a corto y a largo plazo, una o dos y realistas para cada uno de los aspectos.
Tercer paso: dedicar unos minutos a pensar serenamente en aquellas cualidades que sabemos que poseemos y que deseamos mejorar.
Hay que recordar que la práctica y la experiencia son las que fortalecen una habilidad.
El permitirnos a nosotros mismos ejercitar nuestras facultades muchas veces dormidas, pero no
necesariamente ausentes, nos hará sentirnos, más realizados y completos.
Recuerda siempre que solos tenemos una existencia.
Comments